MANANTIAL
Marta Julia Ravizzi
A mi nieta Morena Lucía
A mi nieta Morena Lucía
Cantaban los grillos mientras el sol
se vestía de noche, y un desfile
de pájaros anunciaban el regalo de tus ojos,
que absortos, no se cerraban.
En medio de los días de regalos,
entrabas en cada uno de nosotros.
Bálsamo para la piedra,
rocío bendecidor como lluvia nueva para la cosecha.
Tus manos derraman esperanza.
Tu voz, frágil y pequeña,
es un preludio de alegría en días de espera.
Te recibimos
con el llanto en las manos y la risa en los ojos.
Pequeño milagro que alcanzó para cubrirnos la piel
con una felicidad distinta.
Era verano,
había pasado el carruaje de Santa Claus llenando árboles y chimeneas.
Sin embargo, por esta casa tardó otros cuatro días.
Cuando te vi, supe,
mi corazón estremecido se llenó tanto de vos,
hasta doler.
Así estás en nosotros.
pequeña caja de música, manantial fresco,
donde guardo toda la esperanza
y mi alegría.
Amiga: toda la dulzura de un cariño, hecho palabras. Me alegra tu alegría y me emocionan tus emociones. Un abrazo àra vos y Morena,
ResponderEliminarHola Marta, escribes muy bien, yo tengo una Revista digital si algún día te apetece participar en ella para mi seria un honor poder exponer tus textos en ella, un saludo, hasta pronto.
ResponderEliminarROSA
Marta, leer este poema es como ir sacado un papel fulgurante en cada verso y encontrar relectura y relecturas de amor y suma belleza.
ResponderEliminarUn abrazo,
Silvia Loustau
Ternura inmensa me dio este poema Marta. Felicitaciones, un fuerte abrazo. Mercedes Sáenz
ResponderEliminarGracias amigos poetas. Uno vuelca en el papel sentimientos muy profundos que nos invaden e iluminan, como en este poema: Mi nieta.
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